Busco en mi diccionario (viejito y medio deshojado) Grijalbo, Diccionario, la palabra jodido y leo: "adj. vulg. Fastidiado, enfermo abatido, arruinado". Termino de leer el significado y no puedo dejar de exclamar: "¡Igualito está el país! ¿Por qué entonces se le echaron encima al pobre del Vasco Javier Aguirre por haber dicho en una entrevista, que México estaba 'jodido'? ¿Habrá sido porque lo declaró en el extranjero?". Cierro el diccionario. Prendo la computadora, respiro hondo y profundo y me dispongo a escribir mi texto.
Javier Aguirre, entrenador de la Selección Mexicana de Futbol, dijo en una emisión de radio española de Cadena SER, que nuestro país está "jodido", es decir, fastidiado, enfermo, abatido y arruinado, como dice el Diccionario Grijalbo. "¡Hombre, no es Haití!", agregó en la misma entrevista como para matizar su pequeño exabrupto. En seguida evocó con nostalgia la paz que se respiraba en México hace más de 20 años. Pero claro, ésos eran otros tiempos; de allí que hubiera decidido, al terminar el Mundial del 2010, regresar a España. En otras palabras, dicen que El Vasco dijo algo como: "México está jodido y representa un país en el que yo ya no vivo y dirijo una selección que no va a llegar más allá de donde históricamente ha llegado. Sea cual sea el resultado al final del Mundial yo me largo...". Oh, my God!, nunca lo hubiera dicho. No acababa de terminar su frase, cuando todos los twitters y facebook del mundo ya lo estaban linchando; no lo bajaban de traidor, malinchista; en billones de correos, le exigían que regresara los millones de pesos que ganaba como entrenador del Tri. Pero él seguía con sus declaraciones: "México es lo que es. Está deambulando entre el 10 y el 15 en los últimos cuatro Mundiales. Esperaremos hasta el Mundial y una vez que acabe me vendré para Europa a ver qué hay". ¡Híjole!, sus palabras, dichas con toda llaneza y naturalidad, asemejaban como esas flechas ponzoñosas dirigidas a todos los corazones de los aficionados. Entre más hacía declaraciones el técnico, más caían los correos de más en más implacables: "Hacienda debe investigar si este tipo (Javier Aguirre), que se siente europeo, está sacando del país los millones de dólares que los jodidos le pagamos". "¡Que se vaya el vasco, igual a asco!". "A Aguirre no le importa la Selección. El asunto es que pasen los tres meses que faltan para el mundial y poder irse de este país jodido, claro, con nuestros dólares".
Afortunadamente, no todas las reacciones eran tan negativas como las anteriores. Muchos le aplaudían por haberse atrevido a decir la verdad. Por ejemplo, el periodista deportivo mexicano David Faitelson dijo: "Lo que más me molesta es que... Aguirre no dijo ninguna mentira". Por su parte, el presidente deportivo de las Chivas, Rafael Lebrija, expresó que aunque no había sido el momento, cuando se refirió a la Selección: "Habló con la verdad, hemos estado siempre entre el décimo y el quinceavo lugar en los Mundiales anteriores, o sea que se sinceró y dijo exactamente lo que ha sido". Algunos twitteros se atrevieron a preguntar: "¿A poco no nos iríamos todos de México, si pudiéramos?". "Si hablamos de nuestra jodidez, Aguirre se quedó cortito". "Duela, al que le duela, vivimos en un país jodido, en medio de millones de jodidos". Unos días después de las declaraciones del entrenador, nuestro periódico hizo una encuesta: "Javier Aguirre dijo que después del Mundial espera regresar a España porque México 'está jodido' por la inseguridad. ¿Aprueba o desaprueba esta declaración?". El 52% la desaprobaba; el 39% la aprobaba y el 9% no tenía opinión.